fotografia

Naranjas - John Batho
por Natalia Buch, Argentina.

“El arte retorna permanentemente a su origen” Egon Schiele.
De chica, gustaba saborear tierra. Alma de lombríz hizo degustar textura, devorar color. Chicle de brea y sabores extremos en el cemento, en la manzana verdísima y muy ácida, o en la naranja.
Aún hoy la librería y sus olores, el papel, una caja de lápices, acariciar gamas con placer del mejor postre. Abrir un libro es asomarse a su olor, a sus texturas. Y éstos, son sus mensajes silenciosos. Pero las fotos no huelen. Incluso en vano intentamos acariciarlas algunas veces con nostalgia buscando su cuerpo, su textura, su materialidad sugerida. Aun así, creo que algunas tienen ventanitas y nos permiten agarrar ese casi nada de mundo que se nos escapa, se nos pierde incesantemente. Y a veces, logran agarrar algo, casi nada, de la corporalidad del mundo primero que es mundo lleno de olores, de texturas, de sabores.
Por eso, algunas fotos se me hacen alimento, entonces, saboreo, exprimo su color y su espesor plasmado en papel. Por eso estoy de acuerdo con Jean-Claude Lemagny cuando dice “...la fotografía (...) es también, y en último análisis, el surgimiento de la tierra en su opacidad impenetrable, con su fecundidad muda...” Por eso elijo esta foto, (aunque podrían ser muchísimas otras también), porque John Batho con sus intensidades, me genera este particular placer de los sentidos primeros.

Contacto