fotografia

Autorretrato - David Nebreda
por Melisa Scarcella, Argentina

Cuando me propusieron escribir sobre mi foto favorita lo primero que se me vino a la mente fue “obvio, Joel Peter Witkin”, el fotógrafo que me llega al alma. Unos segundos después recordé que en el último taller que realicé con Nelson Garrido, él me presentó a un fotógrafo muy poco reconocido, un español, David Nebreda. Aunque en realidad lo que me fascina es toda su obra en conjunto, y si lo pienso mejor creo que lo que realmente me fascina es él, David.
Me resulta muy difícil hablar sobre su fotografía, ya que creo que es algo que no se explica con palabras, tiene más que ver con el revoltijo interno que te ocurre cuando mirás sus fotos. Siempre pensé que la fotografía en general no tiene otro fin más que el de exorcizar los “demonios” del hacedor de fotos, y creo que ahí es dónde va Nebreda, sin más pretensiones “artísticas”.
Este es un párrafo en donde él mismo reflexiona sobre la violencia, creo personalmente que hay que leerlo con mucho detenimiento: “La violencia no necesita ninguna explicación o justificación; es un argumento cultural e irrenunciable. La medida humana es un hecho insuficiente y violento, siempre insuficientemente violento; con un solo matiz, el silencio y la reducción a si mismo. Me parece que así se hace inteligente.
La disciplina es inteligente, el pensamiento a partir del odio es una actividad madura, fértil y discreta; en una situación de aislamiento con resultado de lesiones o de muerte, la violencia sólo es la trampa de un lenguaje olvidado. Desgraciadamente, he conocido diferentes formas de tranquilidad, y podríamos hablar de la extrema violencia de la tranquilidad. De todas formas, una cosa es el discurso sobre la violencia, otra cosa diferente es la sangre o el miedo humano, finalmente nuestra propia sangre y nuestro propio miedo. La violencia solo tiene un interlocutor y un alumno. Es una práctica, un discurso, inmediatamente, miserablemente próximo.”

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