fotografia

Lilly and Rose, Café Lehmitz 1970, Anders Petersen
por Walter Sangroni, Argentina

La vida a flor de piel, sin filtros. La cámara acompañando. Lo hermoso y lo horrible como parte de un todo. Sentirse parte de ese todo. Fotografiar con el estómago, desde adentro, sin pensar, sin darle tiempo a que el cerebro calcule y acomode las ideas. Tener confianza en la intuición, dejarse llevar por el instinto.
La fotografía como testigo de la propia vida.
No salir a contar que les pasa a los demás, contar lo que le pasa a uno en relación a eso que se está viviendo. La fotografía como un espejo donde poder reflexionar, lo que somos, lo que fuimos, lo que podríamos ser.
Esta fotografía de Anders Petersen me hace sentir esa manera de pensar la fotografía. Involucrarse hasta ser parte, dejar de ser testigo, ser permeables a cada experiencia que enfrentamos con nuestras cámaras.
Saber que no seremos los mismos.

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