El comenzar de nuevo, un nuevo inicio siempre se torna difícil. Para algunos más que para otros. Desde este país centroamericano he notado lo diferente que podemos ser las personas, de hecho siempre las personas me han parecido muy diferentes independientemente que tengamos una misma nacionalidad, habitemos el mismo país, la misma ciudad e incluso el mismo vecindario. Al final de cuentas los países no son más que territorios impuestos por el hombre, unas pocas líneas trazadas por unos y por otros en donde se decidió como se repartiría este complejo mundo el cual habitamos. Esas líneas vinieron acompañadas por leyes y muchísimo gente ha muerto y seguirá muriendo por la eterna pelea de territorios. La serie “Desde el Autoexilio” es un reencuentro personal con un nuevo yo. Es una forma de reinventarme, analizarme y tal vez hasta de adaptarme a un nuevo país que me ha recibido con los brazos abiertos. El abandonar mi país no ha sido fácil, pienso que para nadie lo es, alejarse de la familia y los buenos amigos para comenzar de nuevo.
Desde hace aproximadamente 13 años la fotografía ha sido mi compañera de aventuras, gracias a ella he tenido la fortuna de vivir muchas cosas que sin su ayuda no hubiese podido vivir. Desde mis inicios, la fotografía fue mi confidente y mi aliada para lograr entender y enfrentar la vida. Ahora en esta nueva etapa me doy cuenta de que el famoso proyecto de Steichen “The Family of Man” tiene total sentido. El hombre como un todo, todos tenemos una filosofía de vida distinta pero el objetivo es el mismo, todos somos parte de la familia del hombre.
El fotografiar me hace entender que las líneas que nos delimitan son solo eso “líneas”. El término “Autoexilio” es el hecho de salir de tu patria sin que nadie te obligue, solo por simple necesidad. Muchos Venezolanos han tomado la decisión de autoexiliarse, a muchos otros los han exiliado. No comparto en lo absoluto lo que sucede en mi país, algunos dicen que lo acontecido es beneficioso. Lo que puedo ser beneficioso para unos puede no serlo para otros. En eso se ha convertido mi Venezuela, una tierra de individualismo en donde no importa lo que piense o le suceda a tu coterráneo, es un proceso dedocrático que provoca zancadillas colectivas.
Las imágenes aquí mostradas son un reencuentro con una fotografía que hice en algún momento sin mayores pretensiones, no hay denuncia, no hay imágenes tipo postal. Son solo fragmentos de una ciudad que puede ser vista y revisada una y otra vez. Aaron Sosa Agosto 2011.
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