Pablo Godoy
La luz del encierro
Otra versión de la pandemia
“Todavía no se ha inventado la pastilla que pueda aliviar los síntomas de la soledad y el aislamiento que produce el final del día.” (John Katzenbach).
Fotografiar es conectar con una razón que justifique la existencia, permanecer en silencio, parlotear con uno mismo, pero a su vez aunque suene paradojal es una forma de combatir el aislamiento.
La luz que entra por una ventana, acaricia los objetos cotidianos, que comienzan a tener un peso, que no le es posible sostener en la vida ordinaria. Esa luz se desvanece al terminar el día, con tibieza y soledad.
El tiempo del encierro producido por la pandemia, se mezcla con la incertidumbre del “¿cuándo podremos salir?”. Es aquí donde aparece la fotografía como bálsamo al tedio y al aislamiento. ¿Cómo contar la enfermedad y la soledad posterior, en fotografías? Lo que produce en nosotros, esa angustia que convive con nuestras familias. Quizás sea la luz que baña nuestras vidas como anhelo de libertad y se mezcla fugazmente con la caricia y la dulzura sobre nuestros cuerpos.
El ensayo de Pablo Godoy nos invita a transitar meses y meses de espera, separación y retraimiento. Su cámara presente día a día nos muestra que lo cotidiano puede ser sorpresa y que la finalidad de la fotografía es conectar con los demás, tus padres, tus hijos, tu amor, buscando acreditar a pesar de todo, la belleza de los días.
Gus Demaría