Nunca más viajo con ustedes
Gilda Scévola | Entre Ríos
Hace dos años, en noviembre y para el Día de Muertos, aterrizábamos en CDMX, mi tío Héctor1, Gilda Vivanco y yo, que también me llamo Gilda.
Mi tío, invitó a Gilda, sobrina de su mejor amiga Gina Vivanco, a viajar con nosotros. Los tres nos encontramos en Aeroparque para nuestro viaje soñado. Con Gilda nos conocimos ahí.
Para no estar aclarando a cuál de las dos Gilda le hablaba, mi tío decretó que ella era Gilda y yo Gildita. Porque cada vez que decía: Gildaaaa, las dos le respondíamos: ¿cuál? Solucionado el tema de los nombres, comenzó uno de los viajes más intensos de mi vida, de la del tío y la de Gilda.
Todo fue perfecto hasta que llegamos a CDMX. Desde el momento en que logramos subir al metro azteca hasta el regreso a Buenos Aires, todo fue muy intenso.
Apenas nos instalamos en el hostel de Cancún, mi tío empezó a filmar, cosa que hacía todo el tiempo y que a mí me fastidiaba bastante. Para zafar de la incomodidad, pensé en hacerle unas fotos y él, adivinándome la intención, me dijo:
- No quiero que me hagas más fotos Gildita. Porque me vivís sacando fotos y no sé qué hacés con las fotos… Porque a mí, de cien fotos, me pasás una y entonces ¿para qué me sacas fotos si después no me las pasás? Esas fotos son mías porque aparezco yo ahí, así que si no me las vas a pasar, te pido que nunca más me saques una foto.
- Bueno, si no querés que te haga más fotos no te hago más fotos. Y te aclaro que las fotos son del autor y si no te las paso es porque vos las subís a todas al Facebook y yo soy muy crítica con mis fotos, además siempre estás en pose y lo que yo quiero es que seas vos, que dejes la pose.
Y click, le hice la última foto.
En la foto, él está de espaldas, con su remera rayada, preparándose un sándwich. El paquete de pan lactal está ahí, arriba de la cama. Gilda está recostada, de espaldas a mí.
Ella no podía creer que nos peleáramos tanto y todo el tiempo. ¡Nunca más viajo con ustedes dos! nos dijo esa noche. Y siguió diciéndolo hasta que regresamos a Argentina y nos despedimos en Aeroparque.
Una vez, hablando del viaje y de nuestros desencuentros, mi tío me dijo:
- Gildita nunca pienses que te hago algo adrede o con mala intención, sabes que te quiero mucho y sos mi sobrina, aunque algunos digan que soy tu falso tío. ¡Vos sabés que contás conmigo siempre!
- Lo sé, corazón. Lo sé.
(1) Para la Navidad de 2012 falleció mi tío Guillermo, hermano menor de mi mamá, mi persona favorita del mundo y el mejor amigo de Héctor. Ellos fueron mejores amigos toda la vida. Después de su muerte, con Héctor nos adoptamos mutuamente. Él pasó a ser mi tío y yo su sobrina. Así nos tratamos desde ese día.