Solas somos invisibles, juntas somos invencibles

Luciana Cano Giménez | Santiago del Estero

Históricamente en el mundo de la música las mujeres ocuparon un rol secundario, casi invisible. Tanto en lo que refiere a la presencia escénica en recitales, festivales, en el mercado discográfico, como los roles asignados, reducidos a cantar o acompañar en coros. Santiago del Estero, reconocido como un lugar de encuentro, de música y de baile, de festivales, no fue la excepción. Sin embargo es aquí donde un grupo de músicas mujeres empiezan a cuestionar algo que estaba naturalizado, a replantearse su rol en la música, a juntarse y organizarse, conformando una Asociación y generando un Movimiento de Música de Mujeres.
El fruto del trabajo colectivo se materializó en la organización del 1° Encuentro Nacional de Música de Mujeres en el año 2018, donde alrededor de 300 participantes de distintos puntos del país se congregaron para capacitarse y hablar de las dificultades que las atraviesa. Es en este espacio donde surge la necesidad de organizarse en cada provincia y de luchar por una Ley Nacional de Cupo por Más Mujeres en los Escenarios. Presento así mi relato visual del 2º Encuentro Nacional de Música de Mujeres realizado en 2019 donde alrededor de 500 mujeres cis, trans y femineidades disidentes de distintos lugares y edades participaron, todas atravesadas por una fuerza colectiva que se sintió en cada instancia, desde la apertura con el repique de bombos y cajas, la belleza de la danza, la emoción en la palabra, la fuerza en el cantar, hasta el final, donde todo lo vivido las despidió fortalecidas, con más certezas, con sonrisas y poderosos abrazos.