Libros de fotografía

 

El baldío móvil
Fotografías, textos objetos, pinturas, collages

25 x 21cm | 90 páginas | Tapa blanda | Fundación y coordinación general Miguel Zurraco.

El Baldío Móvil es un espacio de arte cuya principal actividad es la enseñanza de la fotografía, donde la estructura enseñanza, aprendizaje es abordada por un equipo de artistas/docentes dispuestos a revisar día a día los conceptos que intentan desplegar, con los talleres necesarios para el entrenamiento en el rol del fotógrafo y el desarrollo de la sensibilidad y la creatividad como parte del proceso.
Especificamente El Baldío Móvil cuenta una formación sobre Fotografía de Autor, el mismo fue diseñado para una profunda integración entre los aspectos creativos y técnicos, donde explorar en complejidad nuestras cualidades expresivas. Allí los participantes compartimos vivencias que luego se vamos explorando y profundizando para moldear ideas, pensamientos, sentimientos que de otra manera permanecen borrosos en nuestro interior. Intentamos una rica experiencia entre el mundo subjetivo y el objetivo, entre el pensamiento lógico - lineal (tiempo, técnica) y el aspecto metafórico del hemisferio derecho (percepción) de esta manera confluyen en una integración y un mejor desarrollo de los aspectos técnicos al servicio de la creatividad. Es también un espacio donde artistas de distintas disciplinas se juntan a elaborar proyectos, compartir sitios destinados al arte y la cultura, a buscar lugares donde mostrar estos trabajos, a realizar publicaciones cooperativas de esos mismos proyectos desarrollados. Comienza sus actividades en el año 2000, en Buenos Aires, con Grupos Multidisciplinarios y Talleres de Juegos. Desde su fundación, El Baldío Móvil ha publicado 2 libros y ademas catálogos, afiches y postales para todas las muestras realizadas dentro del pais y en el exterior. Forman parte del equipo docente: Alejandro Grispo, Luz Fiumara, Grisel Filipini y Miguel Zurraco. Esta colección de fotos de diversos autores nos conducen al corazón del enigma. No de tal o cual enigma, sino a la idea misma de enigma.
Cuando aparecen elementos de la naturaleza de manera nítida -el viento, la niebla, el agua- u objetos cotidianos enmarcados en su propia orfandad, un sentimiento cósmico se presenta. Cuando en el rastro de este despojamiento implacable hay acciones humanas de por medio -una caricia, un cuerpo bañándose- se acentúa la idea de extrañeza, como si las figuras se parecieran demasiado a lo que conocemos, pero vinieran de muy lejos o de otros universos. Esa ilusión la crea la fotografía, que pasa por ser el arte que devela secretos y nos deja entrever lo que no se percibe a simple vista, pero que en realidad nunca entrega su última verdad, lo que ella tiene de misterio y enigma. Un rostro ajado, una forma desafiante o unos cuerpos en simetría, sirven a El Baldío Móvil para mostrar su proyecto de depurar las formas y llegar a lo esencial de las experiencias, descubriendo que en la pureza habita también lo recóndito. Horacio González Director de la Biblioteca Nacional.

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