El trabajo “Vestígios”(“Huellas”), qué fue desarrollado en el antiguo centro de detención, a partir de los objetos que los detenidos dejaran cuando allí “vivían”. Les fueron retirados repentinamente para ser transferidos a otra penitenciaria. El viejo edificio fue condenado por problemas estructurales, los cuales son evidentes en las imágenes. Otro hecho es la adaptación de una realidad tan adversa en algún lugar más agradable, haciendo de la celda una extensión de su casa.
Igual a todos los hogares, hay conflictos naturales entre (santidad) y el mal (pecado), los prisioneros se aferran a los santos como una forma de mitigar los errores, como lo hacen los buenos cristianos, o para que los días incontables sean menos dolorosos.
Otra adaptación es en relación a las costumbres y necesidades que tenemos todos los días, lo que hace que la creatividad aflore en los pequeños objetos ‐ tan pequeño ladrillo que se transforma en un plato simples, o un pedazo de botellas de plástico transmutado en un aparador de cepillas de dientes. Me di cuenta de que los restos de la figura humana representada por la mujer erotizada es comprensible. Al estar concebido por dibujos en las paredes, los fragmentos de cartas de amor o las imágenes tradicionales de las mujeres desnudas pegadas en las paredes.
Con estas pruebas, es inevitable hacer analogías y pensamientos del día a día de los internos que vivían allí ‐ un marco psicológico y social real.
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